miércoles, 26 de septiembre de 2012

Tema #31 - "Heteros" en el Closet


           En marzo de este año David conoció a Marcos, el encuentro fue casi inesperado, en el lugar y situación menos adecuada – comentario que me reservo por respeto a mi amigo – el gaydar de David no lograba identificar a Marcos así que no se animaba a enviarle señales por miedo, sin embargo entre miradas picaras y sonrisas nerviosas David se le acerca y con mucho entusiasmo lo saluda.

           
             Marcos: Tengo tiempo viéndote
            David: Si, pero tenia dudas sobre si eras o no, a primera vista pensé que eras hetero, pero había algo que no me dejaba ir…
Marcos: Bueno si, mi NOVIA dice lo mismo, pero estas cosas no las puedo compartir con ella je je je je
           David: Ahhh OK

            Ante semejante declaración David pensó “primero muerto que enredarme con un tipo -hetero" sin embargo al continuar la conversación este chico literalmente lo hechizo!

            Primero que jamás en el lugar/situación que estaba David había logrado mantener una conversa de 3min – de hecho el record era 2 min – así que poco a poco fue cediendo, hasta que Marcos con su cara niño prechocho le dice: “Me da pena contigo pero me encantaría compartir en un sitio más privado contigo – no se si quieras acompañarme a mi carro y ver que podemos hacer”

            El carro estaba estratégicamente o por casualidad estacionado en un sitio algo alejado lo que le permitió a estos novatos amantes compartir besos y algo más, al culminar la sesión Marcos queda notablemente picado, y extiende la invitación a un mejor sitio. Mi amigo nervioso le pide más detalles pero el calla y lo toma de la mano – de manera de brindarle un poco de seguridad – a estas alturas ya David se veía sin órganos – asesinado – robado y con el tipico pensamiento de “Quien me mando a menterme en este lío” sus temores aumentaron cuando bajan vía Guarenas cerca de la famosa Urbanización Parque Caiza (Los que viven en Caracas saben la mala fama que tiene este sitio) me cuenta mi amigo que allí veía su vida en cuenta regresiva y solo estaba esperando el momento de morir.

            Superado el drama llegan al apartamento de Marcos, el le explica que esta sumamente nervioso porque es primera vez que llevaba a un hombre a su casa, David lo abraza y tienen su primer momento romántico. Ya en confianza se dedican a entregarse.

            Culmina el encuentro y Marcos lleva a mi amigo a su casa, todo el camino hablaron de lo bien que la pasaron y de la química que reinaba. Encantados ambos se despidieron con un hermoso beso – casi con la misma ternura de unos novios – esa noche  David no  durmió – prometieron verse nuevamente.

            Al día siguiente el Principe Marcos aparece, con mensajes cortos pero directos, no promete nada pero le hace saber que la paso genial. Mi amigo intenta conocerlo, pero cada vez que toca el tema bisexual – gay – hetero el pana se confunde y evita el tópico.  Solo llega a confirmarle que hasta ahora ha tenido dos amantes hombres pero ambos estaban en la misma situación que el – con novia – pero que ambas historias no pasaron de 3 meses.

            Después de pocas interacciones vía sms David estaba desesperado por tener a Marcos – pasado dos meses cuadran el segundo encuentro esta vez en un hotel, ya que el apartamento era zona prohibida (de ahora en adelante) David quería confirmar si la química del primer encuentro se iba a repetir, si iba a permanecer la entrega, porque en toda su vida sexual jamás había besado a un chico con tanta pasión – era como si todas las piezas encajaran – con este encuentro no solo confirmo su teoría – QUEDO MÁS ENCANTADO, y en su mente estaban los pensamientos absurdos de “Voy hacerlo afrontar sus miedos y seré su primer novio” “Se que siente lo mismo que yo” “Será un proceso lento pero estoy dispuesto a esperar por el”

            En este mar de duda entro yo, conozco la historia con detalles, David desesperado me cuenta porque no sabe como actuar – yo quedo sin palabras y lejos de ayudarlo solo le pido paciencia, y le recomendé el tema Mi amigo Hetero y yo

            Llegamos a Septiembre y el Príncipe encantado no aparece, no responde los mensajes, y el corazón de mi amigo quedo en pedazos…

            Casualmente la semana pasada conseguí el Articulo de ChamanUrbano se lo mostré a mi amigo y prácticamente lloro al leerlo puesto que todo lo descrito allí es Marcos

            Hoy esta más tranquilo, entendió que el territorio de los gays casados (y supuestos heteros) es territorio prohibido para nosotros. Aprende de esta experiencia y no pases un mal momento.

            No somos nadie para juzgarlos pero no juguemos su juego
            

lunes, 17 de septiembre de 2012

CARTA DE UN GAY A SU ESPOSA


Publicado en el Blog Chaman Urbano
La vida funciona de maneras extrañas. Acá estamos; tú homofóbica y yo gay. Y no es que nos veamos a nosotros mismos de esa manera. Al contrario. Quizás tú dirías que eres “normal” y, si supieras de mis andanzas, que yo soy un “enfermo”. Yo, la verdad, no se qué diría. Jamás me permito pensar en estas cosas. Es ahora que, bajo los efectos del alcohol, el velo se corre y puedo poner en palabras todo eso que flota y nos envuelve, creando la fantasía de que somos un matrimonio convencional, una familia “decente”.
Verás, no sólo me escapo a las realidades concretas de algunos baños públicos, donde en un complicado lenguaje no verbal me encuentro con otros como yo para satisfacer un deseo prohibido. También me escapo al encuentro conmigo mismo cada vez que bebo. Es curioso, la gente sueña con ir a Disneylandia para disfrutar de la fantasía, para “escapar de la realidad”. En mi caso es al contrario; vivo en la fantasía, contigo, y cada vez que puedo me visito. ¿Salgo de la fantasía? ¿Entro a la realidad? No se. En mi cabeza es un entramado, a veces confuso, donde no se si duermo o estoy despierto. Esa es la inquietud que llevo conmigo, siempre, especialmente cuando llego a casa o cuando entro a uno de mis baños públicos; ¿estoy despertando o empezando a soñar? A veces soy más concreto y me pregunto si soy lo que llaman un gay en el closet o, más bien, un heterosexual atrapado en las rigideces de esta sociedad.
Es raro. Lo se. No se cómo explicarlo mejor. Pero es como lo veo en cuanto llego a este espacio en el que me siento yo mismo. Así es. Este soy yo, así como te lo narro. Esta realidad cuyo pasaporte es el alcohol, es un lugar intermedio entre el mundo que compartimos y el destino final en el que termino cuando la botella se acaba. Mi tierra es este purgatorio desde el cual te escribo, un lugar oscuro que se ilumina por un momento. Primer trago, estoy tenso; segundo trago, empiezo a calmarme; quinto trago, el relámpago aparece y veo que las piezas encajan correctamente. Pienso, reflexiono y hoy, por primera vez, escribo. Luego pierdo la cuenta, todo da vueltas y entro a esa nada que me imagino es el cielo, cielo tranquilo al que quisiera mudarme pronto; nada pacífica que pierdo cuando despierto y, entre dolor de cabeza y náuseas, miro dónde estoy y quién está a mi lado, a la vez que rezo para que no me hayan pegado alguna enfermedad. Sobra decirlo; retorno al infierno. Pierdo mi sabiduría etílica; olvido que todo es simple, que en definitiva el corto circuito está en que nos empeñamos en suprimir lo que viene del cuerpo, antes que buscar formas más creativas de canalizarlo. Empiezo de nuevo a creer que es demasiado tarde para ser honestos; vuelvo a rechazar a todos aquellos que asumen la preferencia por el mismo sexo.
Deja que te confiese algo. No soy gay; no me junto con gays. Ellos defienden la idea de que un hombre puede enamorarse de otro hombre, que es posible establecer familias como la que nosotros tenemos. Como ya sabes, no me permito pensar respecto a este tema. Además, aún me faltan muchos encuentros conmigo mismo para llegar hasta esas honduras. Lo que sí podría decirte en este momento es que formo parte de una tribu muy particular la cual, según me he enterado, etiquetan como la de los “hombres que tienen sexo con hombres”. Tamaño rótulo lo abrevian con las iniciales HSH. A veces me río de mi mismo pensando que pasaría si te digo que soy un HSH. ¿HSH? Ni yo mismo me lo creo. Soy un H, un hombre. Punto. ¡No me compliquen la vida mientras estoy despierto! (¿o soñando?).
Sí, a veces me río, aunque casi siempre la sensación es de angustia, como cuando le dices a nuestro hijo que lo prefieres asesino antes que marico. Ahí el primer pensamiento que cruza mi mente es “si supiera…”. Un si supiera que me dispara al infierno que se desataría si nos sinceramos. Un si supiera que, ahora que lo pienso desde esta lucidez transitoria, se transforma completamente. Si supiera… ¡Si supieras que somos cómplices! Sí, bebe conmigo y verás que ambos somos coautores de nuestro drama. ¿O acaso no recibí yo los mensajes que le estás transmitiendo a él? Dios quiera que sus impulsos vayan en la dirección que esperamos, de lo contrario terminará como yo, como tantos como yo, atrapado en esta prisión de tres celdas: lo público, lo privado, la nada.
Me recuerdas a mi madre. Me recuerdo a tantos hipócritas que se empeñan en defender esta fantasía compartida que hemos accedido a sostener; el cura Norberto, quien me mira con deseo; el esposo de tu prima Romina, quien frecuenta los mismos baños que yo… Miradas densas, pacto de caballeros. Por eso, incluso ahora que estoy lúcido, me cuesta aceptar a los gays. Su sinceridad rompe nuestro pacto. Este pacto que tú y yo, y tantos otros, hemos firmado. Si nosotros hemos empeñado nuestra vida, ¿por qué debemos tolerar que ellos tengan la oportunidad que nosotros rechazamos?
¡Mierda! ¡Las vueltas! El relámpago de la lucidez se apaga. Deja que te diga algo más antes de que me suma en la borrachera y caiga en la nada. Hay, en todo esto, un destello de esperanza. Al menos así lo veo yo antes de desaparecer y retornar a esta vida absurda que llevamos. Proviene de la última frase que cruza mi mente, mientras gira. Gracias a ella puedo dejarme ir en paz: en esta historia no hay víctimas, tampoco inocente

Tema # 30 Hotel Dallas


      Muchas cosas han pasado desde de la ultima vez que escribí, quizás la más decepcionante fue nuestra primera visita a un hotel en Caracas.
Uno de los beneficios de tener pareja estable  que sea conocido por tu familia es que puede quedarse en tu casa por tiempo ilimitado, así que en mis 27 años nunca había visitado un hotel.
Cierto viernes del mes pasado nos animamos, y visitamos el Hotel Dallas (ubicado en la California Sur) nuestra imaginación voló pensando en la noche donde ciertas fantasías se iban hacer realidad,  todo perfecto hasta que la Señorita que nos atendía nos dice en tono despectivo DISCULPE NO ACEPTAMOS PERSONAS DEL MISMO SEXO, nuestra cara fue un gigante WTF sin si quiera refutar seguimos nuestro camino, indignados – impotentes – molestos, pero después de todo dices “solo están haciendo su trabajo”

Sin perder la esperanza nos dirigimos al otro Hotel Dallas (chacaito) esta vez el Sr. de la recepción nos deja entrar (y no se molesta en ocultar su cara homofobica) el sitio parece un laberinto y terminamos perdiendo la habitación. Una chica se dirige a nosotros y nuevamente con desgano / apatía / y asco nos dice: ¿Están los dos juntos? Le decimos SI! – responde: ¿Qué habitación tienen? – Respondemos: 21 -  Nos indica la dirección al instante que usa su radio para “pasar información”

Entramos al supuesto “nido de amor” y el ambiente heterosexual predomina – en las paredes reinan espejos y fotos de Sofía Vergara desnuda. No pasan 5 min. y recibimos nuestra primera llamada.
Recepcionista: ehhh disculpe habitación 21
Alex: (Pienso: No! la Casa Blanca) si dígame…
Recepcionista: Son dos hombres lo que entraron en la habitación!
Alex: (Pienso: No! somos dos extraterrestres)  Si Srta.
Recepcionista: Ok

La chica cuelga la llamada y ya sentimos que no somos bienvenidos, algo extraño esta pasando… El animo con que somos recibidos no nos permite “entrar en acción” así que decidimos conocer la habitación, cuando de repente recibimos otra llamada:
Recepcionista: Buenas noches, disculpe Sr. pero por políticas del hotel no permitimos personas del mismo sexo en la habitación, agradecemos desalojar la habitación, su dinero le será devuelto…

Inserten cara de conmoción – impotencia – rabia – ira – desgano – etc al salir de la habitación la chica “nos escolto” hasta la recepción donde nos entregan el dinero con cara de “AQUÍ NO ACEPTAMOS MARICOS” nosotros inmutados – viéndolos a los ojos – y retirándonos cual gente civilizada que somos, sin embargo no pudimos ocultar nuestro asombro al ver como reciben a un tipo con DOS MUJERES, nos vemos a la cara y pienso ¿A que estamos jugando? ¿Las reglas no aplican a ellos?

¿Quién invento esta regla? ¿Bajo que excusa no pueden entrar dos personas del mismo sexo? ¿Si se permiten actos bisexuales, pero gays no? Da tanta pena que a estas alturas nos traten como extraterrestres – como raros – desadaptados, acaso vamos hacer algo distinto a lo que ellos hacen? ¿Acaso nuestro sudor ensucia más las sabanas? ¿Nuestros fluidos son dañinos? Se supone que estamos pagando por hacer lo mismo que hace una pareja heterosexual, no se supone que cada quien es libre de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana. 

Ustedes se preguntarán ¿por que no reclamamos? ¿Por que no nos defendimos? y la respuesta es simple: Seguimos siendo minoría sin ley que nos ampare. Ese día más que nunca sentimos la presión de nadar en contra la corriente, sentimos la presión de estar expuestos, de ser señalados y créanme no se siente nada bien. Nos mantuvo en pie nuestra determinación en saber que no estamos haciendo nada malo, jamás imaginamos que la homofobia llegará a tal nivel.

No pasen un mal rato y corran la voz con sus amigos, y más que eso promovamos la igualdad, basta de tanto abuso.



También te gustará

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...